Embarazo en la adolescencia
El 13% de las mujeres menores de 15 años ya ha iniciado una vida sexual activa. Las mujeres con menor educación, inician en promedio a los 15 años, mientras que las de más educación lo hacen a los 18 años.
El 13% de las mujeres menores de 15 años ya ha iniciado una vida sexual activa. Las mujeres con menor educación, inician en promedio a los 15 años, mientras que las de más educación lo hacen a los 18 años.
“Esperaba ir a fiestas con mis amigos… ir a la univesidad… ser cantante…”
A sus 16 años, Liliana siente que su vida y sus sueños se derrumbaron, después de sostener una relación con un hombre mayor y quien la abandonó al enterarse que estaba embarazada..
A pesar de haber recibido orientación en su colegio sobre métodos anticonceptivos, manifiesta no haber utilizado ningún método de planificación, creyendo que de un encuentro fugaz no quedaría en embarazo. Hace pocos días, nació su bebé prematuro quien requirió hospitalización; a Liliana le tocó abandonar sus estudios, no sólo para cuidar de su bebé sino también a sus dos hermanos, a quienes su padre dejó siendo muy niña.
Ella es una de las muchas jóvenes que a diario se ven en las consultas médicas. El panorama en el país no es muy alentador. La organización de Naciones Unidas(ONU) advirtió que en Colombia cerca del 20% de las mujeres embarazadas están entre los 15 y 19 años, siendo uno de los 3 países de latinoamérica que presentan los índices más elevados. De éstas, el 16% ya son madres y el 4% está esperando su primer hijo.
El nivel educativo y condición de pobreza influyen en la tasa de embarazos, alcanzando en estratos más bajos un 30% y en los estratos altos 7%. El 13% de las mujeres menores de 15 años ya ha iniciado una vida sexual activa. Las mujeres con menor educación, inician en promedio a los 15 años, mientras que las de más educación lo hacen a los 18 años.
Además, los adolescentes no tienen hijos con otros adolescentes, de acuerdo con la información que reporta el DANE, sólo el 0.8% de los adolescentes tienen relaciones con otros adolescentes. El restante, 99.2%, tienen hijos con personas adultas. Se debe tener en cuenta que en nuestro país sostener relaciones sexuales con menor de 14 años se considera abuso sexual y debe ser denunciado ante las autoridades competentes.
No obstante, la mayoría de las adolescentes embarazadas que consultan presentan un grado de disfunción familiar, ya sea porque convivan con padres separados, drogadicción, promiscuidad, violencia familiar, ausencia del padre o padres que anteponen sus prioridades económicas y profesionales a sus hijos.
Los seres humanos desde el mismo momento de su concepción son individuos sexuados, hace parte de la vida y es desde el núcleo familiar donde empieza la primera orientación sexual, por lo tanto, son los padres los primeros educadores de sus hijos, en cuanto al respeto hacia la pareja, a la mujer, a la vida, al cuerpo,…
Los padres deberían entender que se esté o no con la pareja, siempre seguirán siendo padres, el modelo para sus hijos; por lo tanto, tratar de llevar una relación cordial con la pareja o expareja les ayudará a superar estas etapas. Los hijos son el proyecto de vida y como tal, necesitan cuidados y acompañamiento.
Recuerden que son las familias quienes ejercen una prevención primaria para que sus hijas logren una madurez física, emocional, social y económica antes de quedar en embarazo.
Posteriormente, está la prevención secundaria donde participan los colegios y el estado con buenas políticas de salud pública, que le permita a la adolescente tener un fácil acceso a los métodos de planificación, orientación sexual, personal y amigable; donde no se sientan juzgadas, discriminadas o rechazadas; leyes eficaces y eficientes para castigar todo abuso sexual, que sientan que las leyes las protegen y que pueden acudir a ella sin ningún temor.
Finalmente, una prevención terciaria, la cual nos indicaría que todo lo anterior muy posiblemente falló, dirigida a la adolescente embarazada, ofreciendo un buen control médico no solo desde el punto vista fisiológico, sino también emocional y social; además, se considera necesario mencionar una cuarta prevención que es asegurar que ésta adolescente madre termine su formación educativa, que pueda ingresar a estudios superiores y por ende, a mejores trabajos.
Se cree que así se evitará perpetuar el ciclo.
Escrito por: Ángela Cañaveral Piedrahita, Ginecóloga y Obstetra
Médico aliado de la red de emi Especialistas
FUENTES: