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10 datos sobre infecciones respiratorias
10 datos sobre las infecciones respiratorias Las afecciones del sistema respiratorio las sufren niños y adultos por igual, en ciertas épocas del año. Conoce algunas particularidades de estas enfermedades y aprende a diferenciarlas. 1. Una no es como la otra Es común escuchar que la gente se refiere sin diferenciación a la gripa, el […]
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10 datos sobre las infecciones respiratorias
Las afecciones del sistema respiratorio las sufren niños y adultos por igual, en ciertas épocas del año. Conoce algunas particularidades de estas enfermedades y aprende a diferenciarlas.
1. Una no es como la otra
Es común escuchar que la gente se refiere sin diferenciación a la gripa, el resfriado, el virus, la “quiebrahuesos”, el “abrazo del oso” o la influenza, y en realidad son afecciones distintas. Por ejemplo, gripa o catarro están dados por un sinnúmero de virus, mientras que la influenza es un tipo de virus más complejo.
2. Síntomas diferenciados
Resfriado común e influenza tienen síntomas particulares.
Resfriado: avanza de forma progresiva, sensación de malestar, dolor en las articulaciones, molestia en la garganta, rinorrea (flujo nasal), en ocasiones fiebre.
Influenza: se presenta de forma abrupta con escalofríos, elevación de la temperatura, malestar general, dolor de cabeza intenso, dolor muscular agudo, cansancio y debilidad.
3. Nunca es la misma
A veces ocurre que nos da una gripa, mejoramos y nos sentimos mal otra vez al poco tiempo. Un decir general es que tenemos la misma gripa, pero no. Como explica el médico Jorge Sierra, nunca nos da el mismo resfriado, pues cada vez que enfermamos y nos recuperamos, se crean defensas para esos virus.
4. Factores que lo agudizan
La intensidad con que se siente un estado gripal depende de otras condiciones, como el clima, si existen enfermedades de base o estados de inmunosupresión –defensas bajitas– como estrés, fatiga crónica, insomnio, alimentación deficiente, entre otras.
5. Personas más vulnerables
Aunque todos sufrimos estas enfermedades en algún momento, existen grupos de la población que tienen un mayor riesgo. Entre ellas, los niños menores de cinco años, los adultos mayores de 60 años y quienes padecen molestias cardiovasculares, enfermedades neurológicas y pulmonares, personas asmáticas y fumadoras.
6. Cómo blindarse
Existen cuidados generales para fortalecer el organismo y evitar que aparezcan las infecciones respiratorias: lavarse las manos, no compartir los utensilios para comer con una persona afectada, mantenerse alejado de personas que padezcan alguna infección, permitir la ventilación natural en lugares cerrados, evitar cambios bruscos de temperatura y, en caso de la influenza, vacunarse.
7. Niños, en casa
En el caso de los niños, cuando inician los síntomas lo recomendable es que no asistan al colegio, pues si las defensas están bajas, el organismo está debilitado y los gérmenes agresivos no encontrarán resistencia. Además, los niños habitualmente no tienen cuidado al toser o estornudar, no están pendientes de lavarse las manos continuamente, entre otras conductas de prevención.
8. El contagio
Entre las formas de transmisión de las infecciones respiratorias están la saliva y los aerosoles. Es recomendable, entonces, evitar saludar de mano o de beso y, así suene cómico, “no recibir sereno”, pues el clima frío trae bacterias que pueden colonizar las vías respiratorias con facilidad.
9. Alimentarse bien
Una clave para fortalecer el cuerpo es practicar una buena alimentación. Una dieta con cinco porciones de frutas y verduras diariamente, rica en cítricos, el consumo ingredientes a los que se les atribuyen ventajas, como el ajo, la cebolla, el jengibre, la pimienta y otras especias, así como una buena ingesta de agua para estar hidratado, favorecen el fortalecimiento del sistema inmune.
10. Evita automedicar
Siempre, en todos los casos, por más sencillos o más complejos que parezcan, omite la opción de medicar por tu cuenta, y si es a tus hijos, con mayor razón, pues la acción de los fármacos depende de muchos factores. Lo adecuado es llamar a la Línea de orientación médica emi, donde te darán la instrucción adecuada y profesional por parte de nuestros Guardianes de la salud.
Fuente: Jorge Sierra, médico general emi